Estoy tan acostumbrado a no recibir halagos, que cuando me dicen uno, me da vergüenza decir gracias.
Me volví puta porque nadie quizo recibir mi amor, así que ofrecí mi cuerpo y ese todos lo quisieron.
Estoy tan acostumbrado a no recibir halagos, que cuando me dicen uno, me da vergüenza decir gracias.