Querido Dios: Si algún día pierdo la Fe, ayúdame a recordar que tus planes son mejores que los míos.
Querido Dios: Si algún día pierdo la Fe, ayúdame a recordar que tus planes son mejores que los míos.
Querido Dios: Si algún día pierdo la Fe, ayúdame a recordar que tus planes son mejores que los míos.
Querido Dios: Si algún día pierdo la Fe, ayúdame a recordar que tus planes son mejores que los míos.